Existe una bella unión entre la parte botánica de la planta Indigofera tinctoria y su codiciado pigmento utilizado en bellas artes, al igual que la fusión de los fundadores más allá de lo profesional. Mezclando naturaleza y arte, y tras varios años trabajando por separado, se unen un técnico superior en artes plásticas y diseño, con la especialidad en ilustración y fotografía; con una sensibilidad especial para lo estético y dedicado de lleno al mundo de la imagen y el diseño. Y un Botánico de formación, jardinero y maestro florista, con una pasión incondicional por la flora.
De esta sinergia y en su proyecto de vida juntos, surge:
No somos una floristería como tal. Somos un taller de artes decorativas. Nos valemos de la propia naturaleza, a través de sus flores, ramas, frutos, musgos y tierras, además de la magia de las antigüedades y teniendo en cuenta las últimas tendencias en decoración, permitiéndonos así crear experiencias y ambientes únicos.